Tarde o temprano todo tiene un final, la cuestión es la dignidad, el cómo y él porque llega ese final.
La mano asesina puede venir disfrazada de mil formas.
Un asesino en serie (en este caso el payaso asesino de adolescentes John Wayne Gacy), de déspota dictador (el asesino genocida Adolf Hitler), de una enfermedad que en el tercer mundo acaba con la vida de miles de personas y que en sociedades de ‘’clase alta’’ se cura con una vacuna (un enfermo de malaria en Somalia), el odio racial y xenófobo (miembros del Ku Klux Klan en el sur de Estados Unidos), los cambios climáticos generados por una desmesurada contaminación (fabrica de plásticos en Holanda), el radicalismo religioso (representado por el Cristo de Corcovado, Rió de Janeiro, Brasil), o la cara criminal de la ciencia, que usa de cobayas a personas en el Tercer Mundo para probar vacunas experimentales e incluso alimento para bebes (por no hablar de los millones de animales sometidos a inútiles y no extrapolables experimentos).
Muchas de estas muertes podrían ser evitadas, o deberían ser evitadas, pero todas y cada una de las aquí enumeradas, son directa o indirectamente causadas por el sistema social en el que nos a tocado morir.
El egoísmo de las empresas farmacéuticas, de los gobiernos farsantes que se llenan la boca de promesas a la hora de hacerse la fotito con sus homólogos, después de firmar incumplidos protocolos en Kyoto, de fabricantes de muerte, vertiendo muerte a nuestros ríos con al complicidad de los mandamases, ese egoísmo es el que mata, el que crea asesinos, el que disfraza el asesinato de daño colateral, o directamente lo oculta.
Usada por Holochaos para su demo 2017
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